miércoles, 18 de abril de 2012

PRIMERA REVISIÓN

Y después de todo, llegó la primera revisión. Tenía ganas de pasarla, quería saber que tal andaba todo. El resultado, al menos para mí es,  ni sí, ni no, ni bien, ni mal, esa es mi impresión. Por un lado, la mamografía dice que todo está bien (aleluya!!!!!), por otro, la analítica también, pero (siempre el dichoso pero) los marcadores tumorales están un poco elevados. 
Total que ahora me controlan estos marcadores con analíticas. Le pregunté al doctor que podíamos deducir de estos resultados. Bueno, pues que no me preocupe, que en fumadores salen más elevados, que hay que controlarlos. Si se mantienen igual, es que yo los tengo así, si aumentaran, ya sería otra cosa. 
Recuerdo que de los resultados de la primera analítica todos los médicos me decían: no hagas caso a los marcadores, salen altos porque fumas. Al final indicaron algo más que el fumar. También pienso que, al tener ganglios infectados, a saber hasta dónde han transportado células cancerosas y, que el tamoxifeno es bueno para controlar el crecimiento de estas células, pero puede producir otros daños.
Es como que no hubiera acabado con la revisión, se está dilatando en el tiempo, por la repetición de analíticas. Pero como me controlan, eso me tranquiliza.  
A todo esto, que la Seguridad Social ya me ha dado el alta y el día 20 empiezo a trabajar.
Bien, bien!!!!! Si hacemos cuentas, el balance es positivo. Aunque  la impresión de la primera revisión no es muy clara (estaba preparada para oír: no hay rastro de cáncer, vuelve en 6 meses), si no hay resultados negativos, es que son positivos y yo me encuentro mejor, más fuerte. Así que, a vivir, que son dos días!!!!!!!!

miércoles, 7 de marzo de 2012

EFECTOS SECUNDARIOS


Hace tiempo que no cuento nada. No había nada interesante que mencionar. Aparentemente estoy muy bien, pero mi cuerpo o quizás mi mente no tienen tanta energía.
Mi médico de familia me comentó que al año, pasas a inspección médica o te da el alta. Parecía una decisión que estuviera en mis manos. Por mucho tiempo que llevara, concienciándome que debo empezar a trabajar, no lo tenía claro. Así que decidí hablar con mi oncólogo para hacerle dos consultas: una, tengo el pecho operado, más grande que el otro (y se supone que me han quitado un cacho), dos, que opina él sobre el trabajo.
A ver, que el pecho esté inflamado me parecía normal después de operación y radio, pero a estas alturas, pensaba que ya debería haber bajado. De todos modos no olvido las palabras del doctor: no te hago la mamografía hasta marzo porqué después de la radio pueden salir cosas que nos confundan. Bien, como el doctor estaba de vacaciones, hablé con la enfermera, y me comentó que si no estaba preparada que no pidiera el alta, total si los médicos de la inspección lo consideran oportuno, te la dan en un momento.
Así que, vi la luz!!!!!!. En lo que a este aspecto se refiere no tengo que decidir yo. Necesito hacerme una primera revisión después de todo el tratamiento. Si el oncólogo me dice todo perfecto, pues ¡ale! A trabajar se ha dicho. Pero necesito oír esas palabras. Es difícil describir lo que uno siente. No estoy deprimida ni me he pasado al bando del pesimismo, pero la carga emocional que el cáncer te regala, es dura. Siempre he sido muy activa y muchas veces me digo a mí misma, vamos, que antes en poco rato hubieras hecho 40 cosas. Ahora hago dos cosas en casa y estoy hecha polvo. Quizás sea una cuestión mental y que me digan, como el anuncio de Ausonia, que estoy recuperada, sea la clave para retomar mi activismo.
Hombre dicho todo esto, parece que esté todo el día tirada en el sofá sin salir de casa y ¡ja! ya me gustaría a mí. Con los niños uno no para ni un momento. Pero también es verdad, que ahora si estoy cansada, pues descanso. Muchas veces no me permitía un respiro, siempre pensando hay que hacer esto, hay que ir a comprar lo otro… hay que, hay que…….. hay que vivir. Muchas veces el cuerpo te avisa aunque uno no quiera escucharlo.

Bueno, a todo esto que, el día 2 me hice la analítica y la mamografía. Aunque pregunté si salía bien, la mujer me contestó que ya me daría los resultados el médico. Así que, deberé esperarme hasta el día 14.


Sigo mi relación diaria con el tamoxifeno. Se supone que controla las hormonas, pero yo creo que las vuelve locas. De repente me entra el sofocón y ¡ala! me pongo roja como un tomate y tengo un calor que ni en agosto. Creo que también afecta a mi paciencia (a ratos no me acuerdo de que exista esta cualidad) y si le preguntamos a mi marido sobre el humor, jeje, más vale que mienta como un bellaco que si no ......

miércoles, 12 de octubre de 2011

A casa

Ya hace un mes que acabé con la radio, ¡cómo pasa el tiempo!
El jueves tuve consulta con el Dr. Rodríguez, mi oncólogo. De momento no me hacen más pruebas hasta marzo. Parece ser, que hay que dejar que pasen los efectos de la radio para hacerme una mamografía, porque si no podría salir algo que no es. Aunque tengo la piel muy bien, después de pasar por la “tostadora”, a saber lo que se cuece por dentro!!!!!. Ah, lo que si me hizo fue una radiografía, porque me duele la cadera derecha y no sé por qué. En principio no se ve nada raro, así que tengo que tomarme un antiinflamatorio a ver qué pasa y si me sigue doliendo ya me pedirá más pruebas.
Ya me han llamado de rehabilitación para el linfedema. Sigo con la mano hinchada, si fuera boxeador no necesitaría guante, ja ja!!! (estoy exagerando un poquito). Ana, mi fisio, me da unos masajes la mar de relajantes (que pena que sólo sea en el brazo!!) y después me pone un vendaje que debo aguantar hasta el día siguiente. Es un poco incomodo y parece que me he hecho Dios sabe qué, pero sólo es para tener el brazo apretadito.
Este fin de semana nos hemos trasladado a casa. Echaremos de menos a los abuelos y los mimitos, pero ya tocaba. De momento no trabajo, bueno fuera de casa, me refiero. En general, me encuentro bien, pero todavía hay cosas que pesan, y mucho. Después de tanto ajetreo, operación, 6 sesiones de quimio, un total de 56 sesiones de radio, la tensión de contárselo a los niños, pasar tanto tiempo sin ellos, etc……sale el golpe. Eso no quiere decir que no esté animada, porque me siento ganadora de una gran batalla, pero me siento cansada y creo que es normal. Así que, ahí estoy, por un lado deseando que todo sea como antes, pero por otro, no tengo prisa, que entretenimiento no me falta.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

¡Qué vivan los 40!

 Ya tengo 40!! Yuuuuuuuuuuuuuuuujuuuuuuuuuuu!!!!!!!!! Nada de depresión de los 40, cumplirlos es un lujo, al menos para mí, ya que mi tía y mi hermano murieron con 39 años.
Además lo he celebrado en Palma, con Ramón y los niños. ¿Qué mejor regalo de cumpleaños que su presencia? Los niños estaban muy contentos y emocionados, sobre todo los dos peques, ya que era su primer viaje. Estuvimos en los apartamentos Augusta y la mañana de mi cumple, cuando regresamos de la sesión de radio, en la habitación nos esperaban dos benjamines de cava, una cesta de frutas y unas botellitas de agua para los peques, como regalo. Fue una sorpresa muy agradable.  
Siguen mis partiditas con la “radio station”. Últimamente se ha portado muy bien y no ha fallado mucho, salvo un día para revisión. Pero claro, tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe. Justo en la última semana, ayer va, y se escacharra. Mira que es mala suerte, ya me habían compensado la última sesión para que no tuviera que venir la semana que viene, pero no se pueden compensar más. Bueno, qué no cunda el pánico, hoy ha vuelto a funcionar. Además, los trabajadores de radioterapia son muy considerados y entienden muy bien nuestra situación y más, cuando te ven con tres criaturitas. Así que, lo han arreglado para que mañana pueda darme dos sesiones, bufff, menos mal. Después de 8 semanas de ir y venir, esto empieza a hacerse muy pesado y además, el 12 empieza el cole y para Paula es el primer año.
Puestos a romper, va y se rompe el avión. Si, si, el avión. ¿A qué es difícil? Pues a mí, que se rompan las máquinas se me da la mar de bien. El viernes 26 llegamos al aeropuerto y todo perfecto, excepto que en nuestra puerta de embarque ponía LLEIDA. El vuelo en cuestión llevaba una hora de retraso, pero a las 13’30 h salió y anunciaron nuestro vuelo. Al minuto, el altavoz anuncia que el vuelo de ALBACETE, se cambia a nuestra puerta y nosotros, los de IBIZA, a la puerta de los de ALBACETE. Anuncian la salida, pero no se para qué, porque al segundo anuncian que se CANCELA NUESTRO VUELO. Increíble, el avión se ha roto. Recolocaron a 50 personas en vuelos posteriores. El orden de preferencia en estos casos es tener la tarjeta iberia Platinum y después nos llamaron por orden de asiento. Jaja, nosotros teníamos el 14, o sea de los últimos. Pues menos mal que esto es un vuelo “regular” si llega a ser un chárter nos dejan una semana en Palma. Me ahorraré los comentarios.
A pesar de los contratiempos, me encuentro muy bien. La semana pasada empezó a dolerme la garganta, pero con las pastillas que me mandó el oncólogo ya se me ha curado. Este verano tengo la marca del bikini al revés, todo el cuerpo blanco y el pecho negro, pero bueno, también me ha recetado una crema para eso.
De los efectos secundarios del tamoxífeno, que os puedo decir, tengo unos sofocones que pa qué. Cuando tenga la menopausia de verdad, es decir, la que toca por la edad, ya seré toda una experta, porqué la estoy pasando por segunda vez. La primera fue para solucionar la endometriosis, que no me permitía quedarme embarazada, la segunda, ahora y como dicen, y eso espero yo, a la tercera va la vencida.
Ya hablé en su día del pelo y de los reparos, preocupaciones o efectos que causa la caída y de lo poco que a mí me importaban. Me reafirmo en mi opinión, he ido la mar de cómoda con el look duquesa de calva, sin importarme lo más mínimo las miradas de sorpresa que he causado. Lo que me está causando más preocupación, es su aparición. Ahora ya tengo look “teniente O’Neil”, pero el pelo que me molesta en realidad es el del resto del cuerpo. Nunca antes había visto tan claramente los pelillos de la parte superior de los dedos de la mano. Tampoco me había fijado en la cantidad de vello que cubre mi cara. De vez en cuando una se quita algún que otro pelillo del bigote, pero ahora, a contraluz, mi barba tiene más de tres pelos. Quizás es que antes no había parado a mirarme tan detenidamente, pero creo que es un efecto secundario del tamoxifeno. Por Dios, sólo llevo dos meses con él y ya estoy hasta el moño!!!!!!!!!
En fin, que lo importante de volver a la depilación, es que anuncia que ha pasado el tiempo y se acerca la vuelta a la normalidad, al trabajo, a los estudios…….. o no?

jueves, 28 de julio de 2011

Y llegó la radioterapia

Se acabaron las vacaciones. Dos días antes de finalizar el mes prometido, me avisaron de radioterapia para iniciar las sesiones el día 18 de este mes. Pues muy bien, ¡cuanto antes empecemos, antes acabaremos! La verdad es que me da una pereza tremenda. Siempre me ha gustado viajar y ahora que tengo la excusa perfecta, no me apetece en absoluto, echo de menos oír 10 veces cada minuto ¡mami, mami, mami! 
La radioterapia en sí no supone mucho problema, pero tener que desplazarse cada semana a Palma, de lunes a viernes, para diez minutos al día, es un tostón. Claro que tiene su lado bueno, unos días a solas con mi marido, como dice David, nos vamos de luna de miel. Podemos hablar sin interrupciones, o comer sin levantarnos 40 veces de la mesa o soltar el tenedor cada dos segundos para cortar la comida, poner kétchup, mayonesa, agua, pan, servilletas o repetir una y otra vez, siéntate bien, come, que apago la tele………, resumiendo, que la comida está calentita, no le damos tiempo a enfriarse.
Pero, además, como está el panorama (la seguridad social debía tanto a las agencias de viaje, que éstas ya no emiten un billete que no se pague antes), pues nos toca a nosotros pagarnos los billetes. Como diría Mayra Gómez Kemp: a 200 euritos cada semana, por 7 semanas que suponen 33 sesiones, hacen un total de 1400 euritos. Esto sería así con mucha suerte, porque la máquina suele estropearse cada dos por tres. De hecho, un cartel en el vestuario del hospital nos avisó amablemente que el lunes 25 no habría sesión, para revisar el acelerador, que así se llama la máquina. Pero el pobre artefacto, se estropeo el viernes 22 y el lunes por la tarde me llamaron para decirme que el martes 26 seguiría parado. En fin, que de 7 días hábiles de tratamiento, he recibido 4. Por tanto, parece ser que las 7 semanas en que se dividen las 33 sesiones que me tocan, pueden acabar en 8 o 9. No es que me venga de una semana más o menos, pero señores, las matemáticas no fallan, 200 o 400 euros más. Si, si, ya sé que parezco de la pandilla de los Supertacañonas, pero es que a esto, hay que sumarle la manutención, transporte y alojamiento durante esos días y esperar sentado y tumbado y dormido y Dios sabe que más,  a que la Seguridad Social te lo pague. Parece una exageración, pero mi padre aún espera que le abonen 24 euros de transporte y 14 de dietas, de un viaje que hizo en octubre. Siguiendo con las mates, lo que a mí no me cuadra, es la economía balear. Pero debe ser que yo, en economía, no estoy muy puesta. Resulta que me corresponden 14 euros al día para desayunar, comer y cenar. Tendré que comprarme la guía Michelin, para saber a dónde ir, porque si media tostada con tomate y un café con leche me cuesta de 2 a 2’50 euros y un menú normalito unos 9 o 10 euros, o no ceno o repito las tostadas para cenar. Después está lo del transporte, 24 euritos. Mira que soy burra, ahora empiezo a entenderlo. Quizás sean para comprarme unas super deportivas que corran solas, (ahora que hay rebajas) y no para darme el lujo de coger un taxi del aeropuerto al hospital, para no llegar tarde, que me cuesta unos 20 euros.
Total, que uno va aprendiendo a golpe de ir soltando pasta y decidimos coger el autobús (dos para ser exactos) para este trayecto. Así que, el miércoles a las 7’00 ya estamos en el aeropuerto listos para embarcar, pero hay retraso. Llegamos a Palma a las 8’55 h. y lloviendo a cántaros. Pues va a ser que eso de ir en autobús y tardar 45 minutos es inviable (esta vez) así que, nos damos de nuevo el lujo de ir en taxi y llegar justito a las 9’15, hora en que me toca la sesión. Quiero decir, que me tocaba la sesión, porque el acelerador se volvió a estropear. Así, como suena. El técnico (que viene de Madrid) se marchó el martes por la tarde y la pobre “radio station” no duró ni 12 horas. Si, me llamaron del hospital para avisarme, pero mientras estaba en el avión, con el móvil apagado.
¡Por fin!, jueves 28, un gran día, he recibido mi 5ª sesión. Es toy    es cri bie n do   un    po co     de s pa cio    por que    te n go   los   de d os   cru  za dos,   pa ra   que   ma ñ a na      fun cio ne      “la tostadora”.
¿Y el alojamiento, qué? Pues menos mal que he tenido la suerte de poder hospedarme gratuitamente en uno de los pisos que tiene la AECC para pacientes de Ibiza y Menorca. Ya te digo, si con las dietas y el transporte no me aclaro, no tengo ni idea de cómo iba a pagar un hotel o pensión con 36 euros y menos comer, porque en este caso, aunque el hotel incluye desayuno, las dietas se convierten en 7 euros para comer y cenar.
Bueno, al fin y al cabo, este problema financiero, se soluciona pidiendo un crédito ICO, sólo que en este caso no lo da el Banco de España, sino tu propio bolsillo o el de tus familiares.
Hay otras cosas que no tienen una solución tan clara. Ni aunque me toque el euromillón, puedo pagar la deuda. Una persona debe acompañarme en estos viajes. Mi marido está encantado de venir conmigo, pero las vacaciones anuales duran 1 mes (y gracias que la empresa se las deja coger en pleno verano). Claro que tengo más familiares que me ofrecen su ayuda, pero también a costa de gastar sus vacaciones, su tiempo y su todo, ya sea para venir conmigo o para cuidar de mis hijos. Tampoco un juguete puede pagar el disgusto de Jordi un día antes de marcharme, diciendo entre hipo e hipo, mami, no quiero que vayas a Palma o, la hora de lloros de Paula cuando regresamos el viernes, ni lo que rondará por la cabecita de David.
Quiero pensar que debe ser muy, muy, muy, muy, muy complicado instalar la maquinaria de radioterapia necesaria en Ibiza y Menorca, para que los enfermos menorquines, formenterenses e ibicencos debamos enfrentarnos a tanto contratiempo, como si no tuviéramos bastante. Por ahora ya me he quejado bastante, aunque sigo preguntándome que deben cobrar en dietas los políticos  o, si también se pagan los billetes de su bolsillo. Corramos un tupido velo ………….
Por lo menos, la radio es mucho más suave que la quimio. Tenía un poco de lío porque mi oncólogo me dijo que no debía ponerme ningún tipo de crema. Por otro lado, la gente que se ha tratado te recomienda mucha hidratación. El oncólogo de Palma, me comentó que me iría vigilando y si lo creía conveniente me recetaría algo. Finalmente, el primer día de radio, dos enfermeras, me recordaron los detalles del tratamiento y solucionaron el problema de la crema. Dos horas antes de la radiación no puedes ponerte nada. Después, tanta crema como quieras. Pues así lo hago. Por ahora, con 5 sesiones y 6 días de descanso, la piel sigue como siempre. Durante la sesión no noto nada de nada. Me tumbo en una mesa y lo único que tengo que hacer es quedarme quieta, cual lagartija tomando el sol. Siempre en la misma posición, que se consigue con la plantilla sobre la que te tumbas, en la que ya están tus medidas calculadas (90-60-90, jajajajajaja!!!!!!). Para ser más exacta, la cabeza descansa sobre un cuadradito y tengo que ladear la cabeza hacia la derecha. El brazo izquierdo levantado y detrás de la cabeza agarrando un palo y apoyando el codo sobre una lámina lateral. Las piernas reposan semidobladas sobre una colchoneta, facilitando la postura. Vamos, que si me dan dos castañuelas y me ponen sevillanas, me arranco por la primera. Una vez “acomodada” y alineada con los “tatus” que me hicieron, empieza el chachachá. A través de un mando mueven la mesa que si diez centímetros pa la derecha, que si uno pa la izquierda, que si medio palante Maria, un, dos, tres……Salen del búnquer, se oye cómo se cierra la puerta de unos 30 cm de grosor y pi, pi, pi, pi a tostarse. Vuelven a entrar, vuelve el meneíto, colocan una placa de cristal con agujeritos (imagino que esto sirve para las sesiones de los ganglios supra axilares), me ponen en el punto de mira, salen y rayo que te crió. Y así, hasta llegar a unos 11 “disparos” que son los pitidos que he contado, espaciados entre meneítos y placas. 
Hace dos semanas que he empezado una nueva relación. El tipo en cuestión se llama Tamoxifeno. Hemos quedado en vernos una vez al día, durante 5 años. Este nuevo amigo se encarga de mantener a raya mis hormonas de estrógenos para que no den de comer a las células cancerígenas y así, reducir los riesgos de  reaparición del cáncer.  De momento me quedo con esto, no quiero comerme la cabeza con los efectos secundarios. Bueno, hay uno que es bueno, ayuda con la osteoporosis.
Se acerca el fin de “la duquesa de Calva”, una pelusilla blanca va cubriendo mi cabeza. Qué gracia, una mujer me ha parado esta mañana para felicitarme, por ser capaz de ir por la calle con el look “duquesa de  calva”. Ella lleva peluca desde los 14 años y se siente incapaz de quitársela en público. Para mí, lo que demuestra valor y coraje, es lo que ha hecho ella, acercarse a una persona totalmente desconocida y alabarla. Eso sí que tiene mérito. Creo que nunca me olvidaré de ella.

martes, 21 de junio de 2011

EL ÚLTIMO BOTELLÓN

No era viernes 13, sólo lunes 23, pero el miedo estaba asegurado. Tocaba ir a Palma para hacerme el “tatu”, a Son Dureta, hospital que rebauticé con el nombre de “la casa del terror”. Para darle más emoción, justo en la puerta de embarque, una mujer y su hija, se encargaron de avisarme que esto del “tatu” duele mucho. Ni mi hermana ni yo dijimos nada, pero pensamos: se podrían haber ahorrado el comentario. Total que la película de terror estaba asegurada: nueva visita a “la casa del terror con sufrimiento y dolor incluido”.
Llegamos a Palma con retraso y cogimos un taxi. ¿A Son Dureta? preguntó el taxista extrañado, y continuó, “eso” ya está cerrado.  No, no, le dije, sigue ahí y bromeé sobre su aspecto, mientras pensaba, menos mal que me lo tomo a guasa que si no, me vuelvo pa casa sin pensármelo dos veces. Una vez en el hospital, seguimos pasillo adelante, adentrándonos en el “búnker” (como lo llama una compañera de la terapia acuática), hacia la zona de medicina nuclear. Hola, le dije a la chica que estaba en el mostrador, tenía cita a las 10’45 h., pero el avión llevaba retraso.
-      Aquí no es, radioterapia está al fondo.
Estoy escribiendo esto y quizás me arrepienta, porque estoy juzgando sin conocer, pero la verdad es que los sentimientos que te provocan nada más entrar son bastante desalentadores. No sé que tiene ese lugar, pero el personal es de lo más seco que he visto en la vida. Entiendo que debe ser muy duro tratar con algunos pacientes y que lo menos recomendable sea implicarse mucho con ellos, pero un simple “hola” sin añadirle tan siquiera media sonrisa, podría darle un color muy diferente al asunto.
Sin “molestar” más, seguimos las indicaciones y nos dirigimos al segundo mostrador, el de radioterapia. Una de dos, o las bombillas funcionan mejor o el personal es más amable, porque en esta zona hay más luz y se nota más calidez. A pesar del tragaluz del techo, me decanto por la segunda opción, que no hay mayor energía que la que proporciona el ser humano.  
Pues bien, ya me estaban esperando y una voluntaria de la AECC me recibió para informarme de la existencia de la asociación. Estuvimos charlando un poquito y me comentó los servicios que pone a nuestra disposición esta entidad, que ya conocía por el contacto que he tenido con la AECC de Ibiza. Aún así, esta presencia se agradece y mucho.
Bueno, bueno…… el escenario había cambiado, “el castillo de los horrores” se había convertido en una sala luminosa y el miedo a que apareciera el Dr. Drácula o la enfermera Momia, se había esfumado.
Me llamó el doctor y amablemente me indicó que mi hermana también podía pasar. Empezó preguntándome si sabía el motivo de mi visita y me explicó todos los detalles de la radioterapia. En primer lugar, para hacerte el “tatu”, te hacen un TAC para determinar con mayor efectividad la zona y así evitar dañar otros órganos cercanos. En mi caso, necesito 25 sesiones en el pecho y otras 23 en la zona supra axilar. El doctor prefiere radiar esta última zona, aunque los ganglios no estén afectados, para prevenir. Estos dos tipos de sesiones se realizan a la vez. Después 8 sesiones más en el pecho, para rematar la faena. Continuó explicando que cada semana haría una revisión de la zona irradiada para controlar algún que otro efecto secundario como quemaduras o inflamación de la garganta por la radiación de la zona supra axilar. En cuanto al inicio de la sesiones, no hay fecha concreta, pero calculamos que será a principios de agosto, más o menos, porque después de la última sesión de quimio, dejan un mes de descanso. Para finalizar, atendió y resolvió las preguntas y dudas que mi hermana y yo le planteamos.
Siguiendo las indicaciones del médico, esperamos de nuevo en la sala de espera. Al poco rato, un chico que no sé si es enfermero o que especialidad tiene (perdón), me llamó. Fuimos charlando mientras recorríamos de nuevo el pasillo y subíamos a la segunda planta para realizar el TAC y el tatuaje.  Este mismo chico, que lo que sí sé es que fue cordial y amable (gracias) se encargó de realizarme las pruebas. Me iba explicando lo que tenía que hacer y me avisaba: túmbate aquí, tienes que poner el brazo de esta manera, ahora vienen 5 pinchazos……….. No me dolió nada de nada (no sé qué debió ocurrirle a aquella mujer para darme tan mal pronóstico). Toni, que así se llama el “tatuador” además me facilitó el teléfono por si quería llamar después de la última sesión de quimio y así saber con más exactitud la fecha de inicio de la radio. Se portó genial.
Pues nada, a pesar de tener un escenario de lo más logrado (en la planta donde me hice el TAC sólo éramos 3: el chico, mi hermana y yo) y los peores augurios,  esta película no puede catalogarse de terrorífica. Me reafirmo en mi opinión, no hay mejor decorado y ambiente que el que desprende el ser humano.
Como ya me he vuelto a relajar con esto de la escritura, se me ha acumulado la faena. Esto quiere decir que, el viernes pasado tocó analítica y oncólogo y como todo estaba “bien”, el lunes el último “botellón” de quimio. Los efectos secundarios de la “quinta” han sido similares a los anteriores: muy cansada la primera semana y el resto más o menos, a los que hay que añadir un poco de anemia de la cuarta sesión, que sigo arrastrando. También se me ha hinchado la mano y el oncólogo me manda a rehabilitación, es uno de los contratiempos de la linfadenectomía, pero bueno, como es la mano izquierda y soy diestra, no me limita mucho. Además, desde el primer momento te acostumbras a no usar demasiado ese brazo, que ya se sabe…. Más vale prevenir que curar.
Aunque me gusta la terapia acuática decidí descansar, porque como diría Rambo: ¡¡¡¡¡no me siento las piernas!!!! Mejor dicho, me las noto demasiado, una especie de agujetas tremendas se han apoderado de mis músculos. También es verdad que prefiero guardar esas energías para otras cosas como ir al último día de piscina del cole de Jordi, preparar las mochilas para las acampadas de fin de curso, o la fiesta de fin de temporada futbolística, la de fin de “cole”, o simplemente una buena siesta o algún día llorar a moco tendido, que el día que me arranco por “soleares” no hay quien me pare.  
Pero volvamos a la tierra, que está en muy buena posición, ¡¡¡¡¡¡¡¡¡hoy empieza el verano!!!!!! Celebré el final de la primavera con el último “botellón” y todos los fines de fiesta anunciados se traducen en vacaciones  y no solo las escolares, ahora me queda un mes de descanso, mínimo, antes de empezar la radioterapia.
Para finalizar esta entrada quiero dar las gracias a los comentarios que publicáis. Hasta el momento he contestado los comentarios en el email que habéis creado para poder publicar vuestro comentario, pero como me consta que no todo el mundo los recibe, intentaré contestarlos a través del blog. (Es que aún no lo domino mucho, pero todo se andará). Pos eso, que muchas gracias, hacen mucha ilusión.
REQUETEMUACCCCCCCCCC

jueves, 19 de mayo de 2011

TODO VA BIEN!!!!!!!

¿Qué hay de nuevo amigos? Hace mucho tiempo que no os cuento nada, me estoy volviendo una gandula. Todo va muy bien. Los efectos secundarios después de la tercera y cuarta sesión de quimio siguen bajo control, incluso hay uno que me encanta: no tengo la regla. Ya sé que esto puede ser perjudicial para otras cosas, pero es una maravilla no estar pendiente de esta visita cada mes.
El viernes 6 tocaba analítica y oncólogo, y todo perfecto, el lunes 9 cuarto chute y papeles preparados para la radioterapia. Bueno, no es que vaya a empezar con ella, ya mismo, me faltan dos sesiones con mi amiga QueTal, o sea, la QuimioTerapia, pero como tenemos que desplazarnos a Palma, hay que preparar las cosas con antelación. Así que el lunes 23 ya tengo cita para hacerme el “tatu”, en la “casa del terror”, jaja!!!
El jueves 12 empecé con la terapia acuática, que pone a nuestra disposición la AECC.  Una horita y media de ejercicios, fuera y dentro del agua. Voy a  acabar con un figurín…… Ja, ja!!!!  Ya me gustaría, ya. Soy de lo más patoso en el agua, se me escapan la pelota, el churro y los flotadores por todos los lados……pero fue bien y conocí a otras mujeres que han pasado por lo mismo que yo, incluso peor y todas están la mar de bien. No tuve agujetas, o eso creo, como las defensas que me pongo ya te dejan el cuerpo machacadito, no noté diferencia o será que recuperé la glucosa perdida con dos sándwich de nocilla????
Como no me corto un pelo, (ja, ja!!!! nunca mejor dicho), he otorgado unos titulillos a mis nuevos looks:

                 
Duquesa de Pañueléscar


Duquesa de Montgorro


Duquesa de Calva

No tengo, ni mucho menos, los coches o palacetes de los verdaderos duques, pero últimamente he cambiado la forma de ver las cosas y en lugar de pensar en lo que no tengo o lo que tienen los demás, agradezco lo que tengo. Cuando te paras a pensarlo te das cuenta de lo rico que eres. Como dicen los de Ikea, no es más rico el que más tiene si no el que menos necesita…..
Aún así, voy a hacer una excepción, voy a resaltar lo que NO tengo: NO tengo vómitos, NO tengo diarrea, NO tengo la regla, NO estoy deprimida, NO tengo seroma, NO tengo que depilarme, NO tengo metástasis…… veis TENGO MUCHA SUERTE. Parece ser que todo tiene su lado bueno.
Hablando de este punto de vista con Carmen, la mama de una nena que va a clase con Jordi, me recomendó EL SECRETO, un libro de Rhonda Byrne. Parece ser que la autora revela el secreto utilizado por filósofos, maestros, etc., de toda la historia, para conseguir  éxito, poder y prosperidad. Este secreto se basa en la Ley de la atracción, que postula que los pensamientos positivos atraen riqueza, salud, felicidad y relaciones. ¿Será verdad? Aún no lo he leído y por tanto no puedo opinar, pero pocos días después ella misma me regaló un diario basado en este libro,  en el que se reproducen algunos fragmentos tan interesantes como por ejemplo este:
“Cada día tienes una elección: puedes vivir los “qué pasaría si”, los “quizá” y los “cómo”, o puedes experimentar cada momento tal y como suceda, viviendo plenamente en el ahora. ¿Adivinas cuál de las dos actitudes te acerca más a tus sueños? Hoy no tengas en cuenta los “cómo” y los “porqués”, y céntrate en la maravilla del ahora.”
Fue un detalle que me emocionó. Se presentó con el diario envuelto y me dijo: lo he visto y me has venido tú a la cabeza. Así, sin más, muchas gracias Carmen.  
No solo me emociona este detalle, hay tantos y tantos….. Quisiera poder expresar o plasmar en palabras lo que siento. Pero traducir estos sentimientos y emociones a la lengua escrita puede dejar en el tintero mucha intensidad,  aún así correré ese riesgo, hay mucho y a muchos que agradecer. Preferiría mostrarlo con hechos pero creo que en esas lides también me quedo corta.
¿Cómo no voy a encontrarme bien? Pues sí, claro que estoy cansada, porque mi amiga QueTal es de las fuertes, tiene a sus componentes bien entrenados y juega su partido con las mejores tácticas, pero yo también tengo a mi equipazo: tres super delanteros, David, Jordi y Paula, incansables metiendo goles a diestro y siniestro, de vaselina, de falta, de cabeza…..; en el centro del campo, mis padres, mis hermanos Guillermo y Sandra, mis cuñados Isabel, Paco, etc…………, recuperando balones, repartiendo el juego y colocando los balones en el sitio justo; en la portería, mi marido, “Ramón Casillas” al que de vez en cuando se le cuela el esférico, pero ¡qué paradas, señores! y yo, en la defensa, intentando proteger al equipo de los ataques del contrario aún a riesgo de cometer algún que otro penalti si hace falta. Y es que, además, tenemos un banquillo y una cantera llena de buenos amigos dispuestos a entrar en el terreno de juego en cualquier momento y una afición que ni la de Sevilla….. Total, que en esta Copa del Mundo particular en la que me ha tocado jugar, el equipo QueTal y el mío, vamos empatados a puntos, con los mismos goles a favor y en contra, porque tanto uno como otro, lo dejamos todo en el campo, realizando un partido ejemplar y que, por tanto, esta Copa es Vuestra: 
CAMPEONES, CAMPEONES, OH EH, OH EH, OH EH..
Al final me he vuelto a enrollar y no sé si lo que pretendo decir ha quedado claro. Gracias a mis hijos, que aunque en ocasiones agotan mi paciencia, son un motorcito que te da fuerzas para todo y  por adaptarse a tanto cambio. Gracias a mi marido Ramón por aguantar mis malos humores y estar a mi lado. Gracias a mis padres, por tenernos en su casa, dejándonos invadir su espacio y tiempo, amoldarse a nuestras necesidades y aguantar el chaparrón con o sin paraguas. Gracias a mis hermanos por tranquilizarme y darme fuerzas y a mi hermana a la que menudo trabajito estoy dando. Gracias a mis cuñados, por quererme y tratarme como a una hermana, ….. a mi suegra, que se disculpa porque no me llama o no puede verme porque no para de llorar y eso demuestra lo mucho que me quiere. Gracias a todos mis familiares y amigos, a los amigos de mis familiares, a los "coles" de mis hijos, a mis compañeros de trabajo, a mis compañeros de clase, al personal de la U.T.A, a los doctores, …..a todas aquellas personas que, simplemente piensan en mí, se alegran cuando me ven por la calle, por tratarme con tanto cariño, por piropearme, por interesarse por mí aunque sea a través de otra persona y, sobretodo PERDÓN, principalmente a los que están a mi lado diariamente y soy injusta con ellos en alguna ocasión, o por no darles o expresarles lo agradecida y arropada que me siento.
PD: Un gran moco verde acompañado de unas décimas de fiebre acaba de driblarme y casi mete gol.
PD 2: UN BESO Y UN ABRAZO MUY GRANDE PARA MARI Y TODA SU FAMILIA.